Un periódico en Inglaterra, una vez hizo esta pregunta a los lectores: ¿Quién es la persona más feliz de la tierra?
Las cuatro respuestas premiadas fueron:
Un pequeño que hace castillos de arena.
Un artista o un artesano que está silbando por un trabajo bien terminado.
Una madre que baña a su pequeño después de un agitado día.
Un doctor que terminó una cirugía difícil salvando una vida.
El editor del periódico estaba tan sorprendido de no encontrar prácticamente a nadie que propusiera a los reyes, los emperadores, los millonarios u otros ricos famosos como las personas más felices del planeta.
W. Beran Wolfe una vez dijo: Si uno observa a un hombre realmente feliz lo va a encontrar construyendo un barco, escribiendo una sinfonía, educando a su hijo, cultivando dalias en el jardín, buscando huevos de dinosaurio en el desierto de Golbi. No va a estar buscando la felicidad como si fuera el cierre de un collar que se ha caído debajo del radiador. No va a estar esforzándose por conseguirla como si fuera una meta. Él se va a dar cuenta de que es feliz en el transcurso de vivir la vida muy ocupado las 24 horas del día.
¿Qué puede ser más divertido que amar lo que uno hace y sentir que es importante?
Salmos 128:2
Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien.